Erg Chegaga – Lago Iriki – Foum Zguid – Oasis de Aguinane 

Otro momento donde recibiremos el amanecer con las practicas de Yoga Kundalini y sus mágicos kriyas en las dunas. 

Después de desayunar  hacia el interior de las dunas y sentir su magia a través de practicas de conexión energética.

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Luego viajaremos hacia el  lago Iriki, una gran extensión plana, con dunas en su interior, que cuando llueve se convierte en una trampa de barro impresionante. Es muy bonito y muchas veces se pueden contemplar espejismos que parecen realmente lagos llenos de agua.  Aquí nos conectaremos con el universo emocional que este mágico lugar nos despertara. 

Empalmaremos con la pista del Dakar y por caminos menos usados pero más bonitos, llegaremos a una zona en la que hay muchas piedras grises y todas con fósiles. El paisaje desértico es abrumador.

Desde allí, cerca de las montañas Mdaouer, que se recortan con su silueta típica del desierto, cogeremos otro camino que pasará por un pequeño oasis donde hubo algún campamento.

Saldremos a la carretera para ir a Foum Zguid donde comeremos en un chiringuito local .

Finalmente saldremos a una carreterita estrecha que se adentrará en un precioso cañón que nos va introduciendo en las montañas del Anti Atlas. 
Pasaremos por Agmour, un pueblo con un granero en ruinas muy pintoresco y que podremos fotografiar tranquilamente ya que la carretera pasa por la otra vertiente del valle ofreciendo una panorámica muy bonita del conjunto pueblo y granero. 

Finalmente, llegaremos por el cañón al sur del oasis más bonito de todo del Marruecos austral y quizá de todo el país, el oasis de Aguinane.
Viniendo desde el norte, nuestra expresión no puede ocultar la profunda sorpresa que nos produce el encontrar a nuestro pie, 200 metros más abajo, encuadrada en algo parecido a la profunda huella de un ser gigantesco, la explosión de vida y color que supone el Oasis de Aguinane, en el corazón del Antiatlas - Al menos eso fué lo que yo sentí cuando llegué por primera vez, y lo que he vuelto a experimentar cuando he regresado
 

A la entrada de la primera población del oasis (se compone de cinco duares) hay un albergue con unas vistas preciosas, llamado Le Paradise, que será el lugar en el que nos alojemos. No hay otro lugar para ello y merece la pena estar aquí. Llegaremos con tiempo para explorar los alrededores de la zona.

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Atravesar entre las palmeras, los granados y las higueras que surgen sobre los campos de trigo sintiendo esa paz que emana de todo el lugar, es algo maravilloso pero hay que estar aquí para poder comprenderlo. Luego comenzar a recorrer andando el pueblo mientras nos cruzamos con sus habitantes que a veces nos invitan a tomar té y otras nos saludan .

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Visitaremos el pueblo de Aguinane y luego iremos a nuestro albergue.